AL momento de entrar en contacto
con un posible inversor es importante evaluar en él una serie de características
que nos permitirán conocer su perfil como inversionista, de esta forma podemos
garantizar que el tipo de inversión que le ofrezcamos se adapte a su
personalidad y así podamos garantizar un cliente satisfecho
1. Nivel de riesgo
El nivel de riesgo que está dispuesto a correr el inversionista es el primer elemento que debemos evaluar, para evaluar el nivel de riesgo tome en cuenta estas variables:
Su edad: A menor edad menores
responsabilidades y más probabilidades de asumir riesgos
El objetivo de la inversión: en la medida en que este objetivo sea más
emocional, menos riesgos estar dispuesto a correr, por ejemplo si lo que busca
es garantizar la educación de sus hijos, buscara un menor riesgo
Su nivel de conocimiento del mercado: El
desconocimiento hace que se desconfié de algunos medios de inversión
Su comportamiento antes situaciones de
riesgo: Como lo afectaría el perder
parte de su capital: por ejemplo, como le afectaría perder el 50% de lo
invertido en los siguientes seis meses?
De esta manera podemos identificar si el nivel de riesgo aceptado es:
Conservador: Personas que quieren
ahorrar y buscan la conservación y el crecimiento lento de su capital asumiendo
un riesgo mínimo en un corto periodo de tiempo
Moderado: Personas que buscan la conservación
y crecimiento de su capital asumiendo un riesgo medio en un corto-mediano
periodo de tiempo
Agresivo: Buscan principalmente la maximización
de su capital y están dispuestos a asumir riesgos altos en periodos largos de
tiempo
2. Las emociones

Debemos aprender a identificar cómo reaccionar nuestro futuro cliente a situaciones adversas, esta es una labor difícil, pero podemos ayudarle al cliente a manejar sus emociones si:
·
Lo asesoramos bajo el concepto de eliminar las
emociones de las decisiones financieras y de inversión: “Pensar con la cabeza…no
con el corazón”
·
Ayudémosle a construir un plan de inversión
solido con lo que le daremos seguridad de tomar decisiones solidas basadas en
la lógica
·
Ayudarle a mantener el plan de inversión
original, desatendiendo el ruido del mercado
·
Permanecer enfocado en las metas
·
Diversificación o atomización de riesgo esto
minimiza los momentos de incertidumbre.
3. La disciplina
La disciplina va de la manos de la consecución de los objetivos del cliente, en especial con productos como las libranzas en donde, en ocasiones, son necesarias reinversiones permanentes para lograr un objetivo, nuestra labor es estar junto al cliente en el momento indicado, entre más variables (el tiempo, el riesgo, lo que espera ganar y liquidez), ayudemos a controlar, mejor será el rendimiento del dinero y con seguridad el cliente alcanzara sus metas.
La disciplina le da fortaleza a la estrategia de inversión traza,
en general la estrategia que se traza no se cambia, se debe ejecutar y
optimizarla a máximo
4. La paciencia
4. La paciencia
Warren Buffett, se queja de no haber comenzado a invertir
mucho antes…y empezó a los once años de edad, la razón: siente que perdió uno
de los beneficios más poderosos de la inversión: el interés compuesto, En
realidad, se trata de un concepto muy
sencillo. Cuanto más tiempo tiene una
inversión, la rentabilidad que se vaya obteniendo se irá uniendo al capital
inicial, con lo que cada vez tendremos más dinero sobre el que
obtener rentabilidad.
5. La estrategia
Identifique con el cliente un plan de inversión o una estrategia a seguir, es el primer tema a resolver, claro, luego de haber resuelto todo lo anterior.
Hay unas cuantas preguntas que ayudaran a tu cliente a
trazar su estrategia:
Cuando las
espero alcanzar?
Cuánto dinero necesito invertir para alcanzar mi meta?
Cuanto riesgo puedo tomar?
Necesitas replantearte tus inversiones periódicamente?
Cuánto dinero necesito invertir para alcanzar mi meta?
Cuanto riesgo puedo tomar?
Necesitas replantearte tus inversiones periódicamente?
La
estrategia debe basarse en un precio de compra, el más bajo posible, buscando
una meta u objetivo de inversión
La
estrategia de inversión siempre debe contar con un stop loss o limitación de perdida,
que no es más que una orden de venta al momento de llegar al punto máximo de
perdida que puede asumir el inversor, con el objetivo de proteger el capital